Tanto los agujeros negros supermasivos activos como sus galaxias emiten luz infrarroja, pero no está claro precisamente cuánto está enviando cada uno al espacio. Para complicar las cosas, los agujeros negros supermasivos emiten jets bipolares brillantes y vientos anchos y tenues que talavan cavidades en las galaxias a su alrededor. El telescopio espacial James Webb de la NASA podrá identificar las fuentes de la luz para ayudar a los investigadores a comprender dónde se origina la energía y desenredar los procesos en el trabajo.
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Nasa, ESA, Leah Hustak (Stsci)
