
Estas imágenes simuladas muestran cómo un cuásar y su galaxia anfitriona aparecerían al próximo telescopio espacial James Webb (TOP) y el telescopio espacial Hubble (abajo) en longitudes de onda infrarroja de 1.5 y 1.6 micras, respectivamente. El espejo más grande de Webb proporcionará más de 4 veces la resolución, lo que permite a los astrónomos separar la luz de la galaxia de la abrumadora luz del cuásar central. Las imágenes individuales abarcan aproximadamente 2 arcos en el cielo, que representa una distancia de 36,000 años luz en un desplazamiento al rojo de 7.
créditos
Imagen
Madeline Marshall (Universidad de Melbourne)